Luego de un fin de semana largo “rojo” donde ocurrieron casi una veintena de muertes violentas, varias de ellas, masivas, como los casos en Lampa y Quilicura, el Gobierno convocó ayer temprano a una reunión de seguridad en La Moneda, con presencia del Ejecutivo, la Delegación Regional, las policías y el Ministerio Público, encabezada por Carolina Tohá, ministra del Interior y Seguridad Pública, pero también en su calidad de vicepresidenta, por la visita de Gabriel Boric a Paraguay. De la cita se salió con una lista de medidas para intentar frenar la ola de violencia.
Tohá declaró que “cuando el año pasado hubo un descenso de los homicidios en el país, en la Región Metropolitana se mantuvieron estables. Este año los datos provisorios siguen mostrando nuevamente un descenso (a nivel nacional), pero la Región Metropolitana sigue generando resistencia a este efecto”.
La primera medida es constituir una fuerza de tarea conjunta de las policías de Carabineros y la PDI, con el apoyo de la Fiscalía para poner las capacidades de inteligencia, la información disponible sobre la Región, del comportamiento criminal de los lugares de mayor riesgo y abordarlos con estrategias conjuntas.
“Necesitamos que esas capacidades estén actuando de manera conjunta”, señaló la ministra Tohá. El objetivo es desarrollar acciones preventivas en los lugares donde hay concentración de actividades ilegales o presencia de grupos criminales.
Esto, porque en Chile hay diversos departamentos de inteligencia y no se comunican entre sí. A esta imperfección se refirió el fiscal nacional, Ángel Valencia, quien primero aclaró que constitucionalmente el Ministerio Público no tiene labores de prevención, sino de persecución, pero aceptó la invitación a la mesa de seguridad porque “tenemos mucha información como consecuencia de la actividad de análisis criminal que puede ser útil para la prevención”. Los nuevos Equipos de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía recibirán recursos adicionales.
En tanto, el Ministerio del Interior informó que se realizará un reforzamiento policial en muchos ámbitos. En el caso de Carabineros, se destinarán funcionarios recién egresados y se reordenarán los planes operativos de la RM, apuntando a combatir delitos violentos, y dentro de las comisarías para poner a disposición más personal para el territorio.
El director general de Carabineros, Ricardo Yáñez, señaló que “creemos que es fundamental la reacción oportuna frente a la comisión de los delitos y en eso vamos a generar algunas estrategias que nos permitan ser muy oportunos en la llegada a los llamados de emergencia”.
La PDI, en tanto, buscará reforzar las capacidades de control del armamento que circula en las calles, a lo que se sumará refuerzos en la frontera.
El director de la PDI, Eduardo Cerna, destacó que dispuso otra destinación a “una cantidad importante de efectivos policiales que estaba en labores administrativas. Y habrá un incremento de la fiscalización de extranjeros residentes, para conocerlos, identificarlos y llevar a cabo las expulsiones que se hayan decretado”.