El traumatólogo, exsenador y exsocialista, hoy “amarillo” (del colectivo “Amarillos por Chile“) Fulvio Rossi, reapareció en el debate público para criticar en duros términos el trabajo de la Convención y las normas que hasta ahora se han aprobado: en esa línea, expuso sus argumentos para votar por el rechazo en septiembre próximo.
Rossi acusó cambios “en las reglas del juego” tras el plebiscito de entrada que resultó en el órgano redactor, en conversación con el medio Ex-Ante. Además, en relación a los escaños reservados, precisó que estarían “sobre representados”. Todas cosas que “no estaban a la vista al momento de votar en el plebiscito”.
Pese a que la aprobación de normas para el borrador previo a la comisión de Armonización implica el visto bueno de cada una de las iniciativas por dos tercios, diagnosticó que, hasta ahora, en el próximo sistema político “deja de haber un incentivo a los consenso cuando se modifica ex post el sistema electoral”.
En línea con lo anterior, identificó problemas de forma y de fondo: “La forma tiene que ver con que los constituyentes no han sido capaces de escuchar a los expertos ni a los académicos. Si hubiese que crear una nueva comisión, la mayoría de la gente estaría por un grupo de expertos”.
“En la Convención hay una soberbia muy grande, de pensar que aquí venimos nosotros los salvadores de Chile y pasándonos por alto 200 años de historia, terminando con el estado nacional unitario de dos siglos, y contradiciendo el sentido común de los chilenos”, complementó.
En cuanto al fondo, apuntó a la plurinacionalidad: “Esto de las autonomías, incluso desde el punto de vista económico, creando una nueva burocracia, para mi es un desmembramiento del Estado chileno que lo hace más ineficiente, una discriminación favorable y absolutamente arbitraria hacia los pueblos originarios. No solo en temas electorales o posición en distintas instituciones, sino en todo lo que dice relación con la restitución de tierras. Solo eso va a llenar de casos judiciales los tribunales”.
Desde su experiencia en la Cámara Alta, aseguró que allí “se mejoran las leyes, hay mayor espacio para la reflexión, el diálogo”, por lo que la Cámara de las Regiones (aprobada en el órgano redactor) hace que esas características “desaparezcan”, además de los contrapesos, no “evitando” el autoritarismo.
“Voy a votar rechazo. Va a ser un franco retroceso para Chile. Hay mucha gente como yo de centroizquierda, que tiene temor. Me dicen: no puedo cruzar la línea. Pero la política requiere coraje (…) A la centroizquierda le falta coraje para votar rechazo. Se requiere liderazgo (…) Es un deber. Una responsabilidad frente a las generaciones venideras”, concluyó, épico.
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