El Ministerio de Salud echó pie atrás a la polémica decisión de detener el uso de escáneres corporales en cárceles chilenas, argumentando razones de salud.
Recordemos que desde 2012 se comenzaron a utilizar equipos de escáner corporal (body scanner), para elevar los estándares de seguridad de los distintos recintos penitenciarios.
Por ejemplo, el Ministerio de Justicia informó en enero del año pasado la instalación de un Soter RS 250-A en la cárcel de Rancagua.
El aparato cuenta con una tecnología de rayos X que permite obtener una imagen similar al de una radiografía.
De esta forma, se posibilita la rápida detección de elementos prohibidos que pudieran portar las personas que ingresen al recinto penal.
Incluso, se indicó que esta tecnología utiliza 100 veces menos radiación que una radiografía de tórax, puesto que cuenta con certificaciones internacionales (ANSI N43.17) más estrictas que la norma chilena en esta materia.
Además, el sistema posee un dispositivo biométrico, administrado por el Departamento de Salud de Gendarmería, que permite medir la exposición a la radiación, lo que servirá para generar reportes trimestrales al ISP.
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